martes, 29 de mayo de 2007
GENERACIONES VENIDERAS
Después de ver que Guadarrama no va a entrar dentro de los límites del parque nacional, y se convertirá en una zona pre-parque, hay que destacar que se deja fuera un importante legado natural que habría que respetar como un espacio protegido, tanto por su valor natural como por su flora y fauna.
La Jarosa se encuentra a 1084m de altura bajo las cimas de cabeza Lijar, la Salamanca y el cerro Santo, en la cual circulan arroyuelos que drenan el paisaje y discurren por las laderas del anfiteatro, donde se forman barrancos como el Lobo o el Tomillar, siendo los aportes hidrográficos mas significativos, los arroyos del Picazuelo, el Tomillar, las Chorreras, etc.… que vierten sus aguas al río Guadarrama y donde hay especies arbóreas como el pino, el roble, el majuelo, o el álamo. Haciendo especial hincapié en aves como el águila real en peligro de extinción y otras rapaces que conviven en el medio.
De este modo y por su particular belleza, proteger todo este entorno tiene que ser una obligación de los poderes públicos como el ayuntamiento y la comunidad y así se entiende en el artículo 45.2 de la Constitución:
“Que los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.”
El plan de ordenación urbana con una fase aprobada, pretende dejar escapar la sostenibilidad del municipio con un plan de construcción de viviendas, que deja toda calidad de vida atrás, y se sumerge en un urbanismo atroz, llegando a alcanzar unos 40.000 habitantes, cifra que ya alcanzamos en verano.
Todo esto desembocará en problemas de contaminación, falta de agua, trafico, y consecuencias en sanidad, y educación…
Pero esto no solo pasa en Guadarrama, sino en otros pueblos en la misma situación, como en Cercedilla, Rascafría , Alpedrete, Galapagar …
Y por eso necesitamos, un plan de desarrollo sostenible, donde no impere solo el negocio y los intereses de unos pocos, sino la capacidad de crecer de una manera inteligente y respetuosa con nuestro entorno, apostando mas por otras vías capaces de crear una economía estable, y conservando el turismo rural, la utilización del suelo con fines agrícolas, ganaderos y forestales, y garantizando que la gestión de estos recursos se produjeran con los mayores beneficios para las generaciones actuales y futuras